La coherencia iconográfica: el detalle invisible que construye o destruye una marca

¿Alguna vez has descargado un set de iconos y, al colocarlos en tu web, has sentido que “algo no cuadra”? No es cosa tuya: probablemente estés presenciando un crimen gráfico en directo.

Los iconos, esos pequeños héroes silenciosos del diseño, pueden parecer detalles… pero marcan la diferencia entre una interfaz profesional y otra que parece hecha con retales. Si están bien diseñados, nadie lo nota. Si están mal ejecutados, lo nota todo el mundo.

Y aquí entra una de mis obsesiones favoritas: la coherencia iconográfica.

¿Qué es la coherencia iconográfica?

La coherencia iconográfica es la unidad visual, conceptual y funcional de todos los iconos de una marca o producto digital. Dicho de forma simple: todos los iconos deben hablar el mismo idioma, con el mismo tono, estilo gráfico y nivel de detalle.

Cuando eso no sucede, el resultado es ruido visual, confusión y pérdida silenciosa (pero muy real) de confianza.

¿Por qué importa (más de lo que parece)?

  • Proyecta una imagen profesional: una iconografía coherente da la impresión de una marca sólida y bien cuidada.
  • Facilita la comprensión: si el estilo o la forma cambian, los iconos dejan de ser intuitivos.
  • Refuerza la identidad visual: igual que una tipografía o una paleta de color.
  • Mejora la experiencia de usuario: la coherencia reduce la carga cognitiva. Si el usuario entiende los iconos sin pensar, el diseño funciona.

Mini checklist visual para no diseñadores. Si no eres diseñador pero trabajas con interfaces, guárdate esta lista:

  • Usa una sola librería de iconos (Material, Heroicons, Tabler…).
  • Mantén el mismo grosor de línea en todo el sistema.
  • No mezcles estilos distintos (contorno, relleno, isométrico…).
  • Asegúrate de que una misma idea se representa con una sola metáfora visual.
  • Trabaja siempre sobre una grilla base (24×24, 32×32, etc.).
  • No deformes ni estires iconos. Ajusta proporcionalmente.
  • Confía en tu ojo: si algo no cuadra, probablemente no encaja.

TIP UX/UI: Ajusta tamaños ópticamente, no solo por píxeles. Algunos iconos «pesan» más visualmente.

¿Qué tener en cuenta al construir una iconografía?

  • Estilo gráfico definido: ¿lineales o rellenos? ¿ángulos rectos o redondeados?
  • Proporciones constantes: todos los iconos deben compartir la misma lógica de escala.
  • Grilla invisible (pero esencial): da orden incluso cuando no se ve.
  • Nivel de detalle homogéneo: evita mezclar lo minimal con lo ilustrativo.
  • Coherencia semántica: un mismo concepto = una misma lógica visual.
  • Adaptabilidad: deben verse bien en todos los tamaños y dispositivos.

¿Qué pasa cuando los iconos no encajan? Te dejo esta analogía:
Usar iconos de estilos distintos en una misma interfaz es como si cada músico de una orquesta tocara en una tonalidad diferente. El resultado no es armónico, es ruido. Y el usuario lo nota, aunque no sepa por qué.

¿Y si tengo que añadir iconos nuevos? A veces necesitas un icono que no está en ninguna librería. Entonces:

  • Diseña uno propio, pero sigue las reglas del set existente.
  • Respeta el estilo, proporción, grosor de línea y nivel de detalle.
  • Haz que parezca que siempre estuvo ahí.

Y si empiezas a necesitar más, considera crear tu propia mini librería personalizada. Te dará libertad y coherencia.

¿Y si uso otro estilo para una campaña? Puedes usar un estilo distinto si:

  • Forma parte de un sub-sistema visual coherente (ej. una campaña específica).
  • Está claramente diferenciado del sistema principal.
  • No se mezcla aleatoriamente con los iconos existentes.

Lo que no se debe hacer: usar iconos nuevos y viejos, de estilos distintos, todos revueltos en una misma pantalla. Eso rompe la experiencia. Y la confianza.

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